miércoles, 7 de agosto de 2013

Gentil cadáver aullando tristez de alegría - pinturas - 2010

Nicolás Machado
[Pintura Analógica-digital]

  Nicolás Machado nos propone una situación, un escenario y una escena cotidiana, en la cuál la representación de “lo humano” es resuelta de un modo dúctil, natural; acudiendo a los recursos de la poesía visual y lo visual poético. Esta “re-lectura” de la cotidianeidad se ve atravesada por la mirada sensible del artista y su cosmovisión acerca de lo real: una metáfora contemporánea de la re presentación del cuerpo como territorio de pasiones, conflictos, encuentros y desencuentros propios de esta época posglobal.
  El artista nos invita a experienciar distintas escenas que ilustran a través de una vista panorámica, situaciones comunes de la vida diaria, significantes de su propia realidad; hechos que oscilan entre las vivencias en su entorno próximo hasta el despliegue de algún conflicto social, develando una intimidad en plena interacción con su vida profesional.
  Este contexto capturado y reinventado a través del procesamiento de la imagen en el cual, conflictos y contradicciones de los recursos analógicos y digitales, se diluyen en el propio encuentro de estos dos modos de concepción, producción y cosmovisión antagónicos; resolviendo el paradigma desde su complementariedad con una vuelta a las soluciones preanalógicas, extemporáneas y paradójicamente en plena vigencia.
  La plasticidad de sus pinturas, nos deja entrever el uso e influencia de la tecnología en las artes visuales. Acudiendo a una solución que nos recuerda a las primeras experiencias impresionistas, en las que comenzaba a aparecer la descomposición del color a través del puntillismo, aquí recreado con un “pixelismo”, descomponiendo la imagen digital en un “puntillismo digital”, para luego retornar a la pintura.
  En un tiempo donde la reproductibilidad de las imágenes acosa con seductoras propagandas en sus variados formatos, la imagen parece haberse devaluado. Este desencanto por la fácil clonación de discursos visuales a partir de la invasión de la tecnología en los procesos de producción de piezas de arte visual, motiva al artista a dar un giro hacia el oficio, hacia la reapropiación de la propia producción; cuestionando la enajenación, la alienación que produce la angustia del anonimato y los espejismos contemporáneos. Aquí el artista marca una distancia entre este escenario y el del territorio real. Un ambiente selvático donde las reglas difieren a los cánones publicitarios. El aerosol, el marcador, el óleo, la birome se transforman en armas visuales, que batallan con ancestrales opositores. Esta tensión se manifiesta con mínimos recursos de una imagen contundente, cargada de guiños estéticos y teóricos que permiten asirse de distintas interpretaciones de extensa profundidad poética y conceptual.


texto para la exposición
Prof. Paulo Ahumada Rovai
Córdoba Capital, Argentina
Febrero 2011



ver la exposición:







óleo sobre madera - 52 x 62 cm. 2010





óleo sobre tela - 60 x 64 cm. 2010






óleo y fibras de esmalte sintético sobre tela adherida sobre madera 95 x 64 cm. 2010



óleo y pintura aerosol sobre madera 94 x 44 cm. 2010




óleo y pintura aerosol sobre madera - 90 x 33 cm. 2010




óleo y pintura aerosol sobre madera - tríptico - 86 x 110 cm. 2010






óleo y pintura aerosol sobre tela 70 x 75 cm.  2010



óleo sobre madera 43 x 38 cm. 2010






óleo y pintura aerosol sobre tela.48 x 44 cm 2010






óleo sobre tela 85 x 150 cm. 2010





óleo y pintura aerosol sobre madera.34 x 58 cm. 2010




Pinturas

Sumergir la vida humana cotidiana en un mundo de apariencias tecnológicas, donde el hombre es sorprendido atrozmente estando cada vez más desnudo por sus imágenes digitales. Los personajes que aparecen en estas pinturas son seres anónimos que tienen una identidad invisible y estampa omnipresente. En este pensamiento cotidiano se recrean distintas escenas. Algunas violentas, otras de calma; pretendiendo generar un todo global que tiende a las apariencias.
En términos técnicos se simula una impresión.Araíz de los diversos grados de visión que posee nuestro sistema ocular es que se identifica el trazo humano; planteando un juego que depende de la ubicuidad y su perspectiva. El discurso de la máquina es convertible manualmente y no a la inversa como se pretende en la actualidad. La lógica computacional es destruida por un instante, humanizando seres invisibles que están en todos lados, captando a los que se paran a tu costado en la esquina esperando que cambie el semáforo.
Luego de que la máquina capta la imagen dándole identidad formal, el traspaso a formato pictórico hace que la identidad se esfume; y vuelva la irremediable sensación de que puede ser cualquiera el representado. Soy yo o Sos vos; el interrogante del cuerpo consagrado por la geometría y los métodos expositivos; generan una intensa búsqueda del estado de ánimo; navegando por ellos: desde la desesperación agónica hasta la tranquilidad dominical.
Ahí dónde estuvimos todos alguna vez.


Nicolás Machado
enero 2011
Córdoba Argentina 






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